Visitas

1.4.12

Vivo

Camino
y observo el valanceo de mi pie.
Cavilo,
y cuando me aburro,
me masturbo,
me siento,
o me tumbo.
No trabajo para nadie;
me trabajo pincelándome
con placer.
Escuchando las olas del mar
sintiendo el musgo en mi mejilla,
rozando con mis labios tus senos,
cultivando mi sustento,
me esculpo
para no morirme nunca.

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