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25.7.11

Familia biológica

Sirve un chato
de vino tinto
al señor.

Tú hazme caso
o te arreo.
Si te pageas
te salen granos.

No hay excusa,
la malvibración
me inunda,
cojones,
pisa el freno,
está en el centro
de los pedales,
y tranquilizad
el ambiente,
¿No te apetece?

¿Te estrecho
entre mi abrazo?,
- ¡No!
Ni un puto signo
de cariño malo;
por eso me cabreo
y digo tacos.

Humildad,
generosidad,
etcétera,
pero religiosidad
impuesta,
y mala hostia.

Quedarse mudos
una semana,
así entrenais,
os normalizais
y acostumbrais,
cabernícolas.

Menos mal que yo,
soy casi sólo yo,
que si no,
me hubiera
suicidado
hace tiempo
por la ventana,
como un capullo,
tras salir de la cuna
al veros la jeta.


Y paternalmente
estoy cubierto
por un cirrótico
y mundano vago
de grosor abdominal extremo
y tobillos delgados.

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