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18.7.11

Bolígrafo

Mientras escribo
entra alguien
en la habitación.

Mirada sin terminar;
- Estoy rimando, 
ahora no.

Cierra la puerta
yéndose de espaldas
y continúo imbuido
en cuanta tinta
del bolígrafo
podrá salir más.

Arrugas epidérmicas
desaparecen al apretar,
desde tres ejes,
mis falanges rodeadas
de carne pensante,
que transmite al papel,
desde un picor en el pie,
hasta las emociones
más profundas
de mis putas entrañas, 
el bolígrafo.

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