La música
está en todas
partes,
inunda la sala,
abre corazones,
o desgarra entrañas.
Por eso
guitarreo
con amigos,
como buenamente
podemos.
Nos fumamos
un waka
y cogemos
la guitarra.
Trasteamos
el paisaje
y punteamos
al aire.
De cualquier
clase,
pero siempre
algo bueno,
el tema.
La música
altera el ritmo
del corazón,
siempre agradable,
y forma
una chabola
de ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario