Visitas

24.7.11

Comprobación introvertida

Ahora mando yo, todo transcurre según lo planeado.
He provocado mi situación de concentración al máximo
para poder pensar mejor.
Operación de restitución del control,
y de mi mejoría, el conocimiento completo,
tras estos días de vacaciones.
Intentaré poder ofrecer un buen deleite
Otorgándoos el protagonismo
y reduciendo mi egoísmo:

vuestras hamacas de ensueño,
clavadas seguirán
en mi péndulo escribano.


Me parecía haber escuchado
que te llamaban Silvia,
yo estoy muy interesado
en encontrar una tía especial
y cada vez que me encuentro
con un buen ejemplar,
tengo que ir a saludar.
Hola me llamo Cefu.
¿Quieres una cerveza?
Bonito, el vestido azul.
Bueno, ¿me acompañas?
Tengo la casa sola.
- No, estoy ocupada.
- Da igual, era muy normal;
(pienso).

¡Y una mierda! Además,
otra paja nocturna, implica,
para despertar otro día
con la misma cara
y color de ojos,
por culpa de mis junteras.

El viento seguirá
moviendo la arena
y el desierto con ella.

Los recovecos nunca
se terminan de limpiar.
La mugre nos rodea.

Pero cigarro en mano
me deslizo encontrando
a la gente de verdad.

Es mi búsqueda,
y mi motivo
para seguir vivo.

Por ahora
no está mal
mi cosecha,
que se amplía
como mi polla.

Pero tengo que rodear
el planeta tierra
con los ojos
y los oídos
al tanto del acto.

Aprovechando y limpiando
cada rincón, barro cada
sanguijuela ingrata.

Pero con los míos
estoy sosegado,
tranquilo y aliño.

O cuando estoy solo,
que reina mi control:
El folio es mi alfombra roja,
y los buenos, las antorchas,
en mi trono de mi orden.

Todos los congéneres
de esta familia
se conjugan.

Cada cara, por la calle,
de personalidad, significante,
conforma mi paisaje,
y las que son familiares,
compensan cada entuerto
del que salí victorioso,
pero me molestó.

Si no tengo nada que decir
me voy,
y si, sí,
vengo y lo escribo.

Vivo en un piso
que no es mío
y no elijo como
tenerlo y adornarlo,
y tengo horario,

pero el día uno
del noveno anual,
mi ego desbocado
y mi inteligencia
planearán algo,
pues cumplo
dieciocho años,

y aunque ahora ya
pueda provocar
tanta gracia,
entonces será
el gran momento,
el más óptimo
de poder coger

y babear el micro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario