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No tengo mas que esperar
a que venga una rima
porque saldrá buena
dentro de mi persona,
la escribo y sigo esperando,
sale una llega otra
y de su llegada estaba seguro:
desde mi la impaciencia
con prisa sale disparada.
Como mi casa impuestos quedan
la luna, el dinero y mi alma.
Avísame con el próximo regalo
que ya ni un pelo me fío
y devuélveme mi gracia:
súfrola y no puedo pensarla,
no quiero, mas sí recordar
cuando a la realidad
se me presentaba
cual ocasión de seducción
y degustación mental de la persona.
A nadie debo absolutamente nada
más que al que me lo prestó antaño:
no existen regalos
solo intercambio como fornicación.
La gracia estaba en el truco
de aprender cómo yo saltaba
de la incomunicación al sonreir
y a caer con mi gracia estable.
Firme como el suelo que pisaba
y agradecido a este
porque no me caí.
Así me veía y me aburre
desasosiega y enfada.
Los escapes cada vez se cierran más
de la válvula de mi jaula
y no puedo respirar.
Ensayar, combatir y entrenar
es lo que hago
pero la victoria no es mía hasta
efectuado el acto
en el que se cierne y te ciega la alegría.
Nunca más eso.
Olvídate de eso
y vete sufriéndolo,
capullo innato.
Cacho puta sé coherente
y hazme caso,
ven dinero,
sueñas, pero despierto: vete
y yo detrás si pudiera.
Por doquier trócolos;
la razón, ansia de muerte,
o el hardcore ritmo,
como presión o kase o
me han mostrado.
Infinito mi sabor armónico
en mis versos
mi power y mi flow
en castellano
y cada cosa en su sitio:
puzle escaso, tu coño,
de piezas como mi nabo,
aunque también charlo
o dibujo palabros
o punzones precisos.